Un pequeño destello en el lado oscuro de la luna.

Bitacora de viajes sin retorno. El espacio infimo entre el septimo cielo y el mismisimo averno.

10 agosto, 2008

Carpo diem. Sigue siendo menester que sea rock.

 

    DIARIO DE COMO ABANDONAR LA TIERRA. R.Pettinato. Pappo era el único tipo que podía empujarte,gritarte,cagarse en vos,si quería, cogerte y al día siguiente ibas y le regalabas todos tus vinilos.
ATODOS NOS GUSTABA PAPPO. LO QUE SUCEDE DENTRO DEL PERIODISMO es una cosa, pero vayamos a los tiempos en que ninguno de nosotros soñaba con convertirse en Jan Wenner del Rolling Stone o Lester Bangs o en Reynolds o lo que fuere. En realidad la mayoría no llegamos siquiera a Nick Kent, eso está claro... pero lo intentamos, claro que lo intentamos, hasta que apareció esa estúpida película Alta fidelidad.
"¿ Cómo que estúpida?," dirán mis colegas. Digo estúpida porque justo que muchos habían adquirido un cierto prestigio, tuvimos que hacer malabares para que ninguna chica la fuera a ver. Era la película que revelaba los más profundos sentimientos infantiles que solemos atesorar para nosotros mismos y no más de un par de amigos. Sí, somos coleccionistas y absolutamente inmaduros. Sabemos hablar de todo, tenemos teorías sobre el Universo entero, nos burlamos de los hippies mientras vivimos en un depto alquilado o de nuestros padres, ocultamos la pasión por el fútbol y algo de Sabina; nos bañamos, como si fuera una ducha de oro, entre nuestros pares, que no son otra cosa que un puñado de peludos con cartera cruzada y andar cansino... cansino de no hacer nada más que recordar nombres, fechas, apellidos e instrumentos.
¿Por qué digo esto? Porque en una enorme mayoría, el periodismo de rock no es otra cosa que un puñado de pequeños seres insignificantes chupamedias y temerosos de Dios. Temen a sus jefes, temen a una compañía discográfica, temen a encontrarse con el dueño de la pandereta de un disco de Nito Mestre, o aún peor, temen a la crítica de sus compañeros, del "que dirán", y se comportan en su mayoría como ratitas temblorosas; como quien lanzó sidra sobre el lomo de un hamster.
Los periodistas de rock discuten y discuten sobre cualquier tema. El 70% no tiene debate serio. Sólo enciman datos sobre los datos de los demás. Llega un punto en que uno se dice: antes de llegar a un acuerdo con estaidiota prefiero chocar mi cabeza con un alce.
 Las pocas virtudes que tienen, te disgustan. Los pocos vicios que les quedan, no son para admirar. Por supuesto que la mayoría no escribe, sólo tipean.... sin contar cuando entran en crisis personales y hay que soportarles el numerito sobre una mesa de calle Corrientes. El mundo que admiraban se fue. Todo se disolvió en la nada y sólo quedaron ahí esperando el semáforo con un cuerpo quieto y casi muelio con la atención sobre la luz verde que nunca llega, pensando en nada, bajo una forma de actuar tan pobre que por momentos resultan tan divertidos como una... ¡hernia!.
Bueno, les digo algo. En el medio de todo esto apareció Pappo. ¿Querían la semilla del Diablo? ¿Eso querían los aspirantes a futuros reporteros?
Lo consiguieron, se llamaba Carpo Napolitano y era el único tipo que podía empujarte, gritarte. cagarse en vos, si quería cogerte y al día siguiente ibas y le regalabas con otros periodistas de tu redacción todos tus vinilos.
Pappo, un tipo que ni asado vivo hubiese sido del gusto del periodismo de rock que todavía se alegra cuando la discográfica le envía un doble de Billy Joel, el cual puede ser canjeado por otro de música más compleja, hermética, que se perderá entre los libros o no será escuchado dos veces.
como les pasó a tantos con sus loas a Captain Beefheart y ni siquiera le dieron dos pasadas. Bueno, y no pretendan que hable de los fans de Springsteen cuando creían que el jean, la bandera y el olor a gasolina era lo que salvaría a América, país que por otro lado... ¿qué carajo nos tiene que importar, no? ¿O acaso Crosby, Stills y Nash son mis hermanos de sangre? Si nos vieran hablando de ellos tan bien dirían: "Qué graciosos estos monitos latinoamericanos. ¡Policía, no los deje entrar!" y te cerrarían la verja de bronce en tu propia jeta.
Bueno, Pappo apareció y hasta el resto de Los Gatos parecían chicos con tendencias horno muertos de miedo. Pappo era violento de palabra, alcohólico, genial, el mejor guitarrista, y para colmo con sus fierros que no eran otra que montón de cacharros en un galponazo que él adoraba. ¿ Y que se lavara? Por dios,¡se bañaron más los GIT en un mes que Pappo en su vida entera! Hubiese sido mas fácil encontrar una lente de contacto en un desierto!
.Pappo tenia más talento y decisión en el mas pequeño de sus pedos que lo que tenía el resto del rock en su cuerpo entero.
Pappo podia tocar con Spinetta, podía entrar en ácido a un concierto de Luis y en sus camarinos gritar: "¡Se me vienen encima los sándwiches de miga!", podía teñirse el pelo de negro, vestirse de rockero Kiss sin tener musculos; contarte con el léxico más grosero del mundo cómo fue que se garcho a una mina; y al mismo tiempo cómo lo hizo ese día, a 48 horas y por primera vez... aparecer a tocar el timbre de mi casa.
Entro yo comía ravioles. Me dijo, "Ah, ¿estás cenando?" Bueno me voy".
Y a los pocos días sucedió lo que sucedió. Como si esto fuera poco, a la semana en mi sótano, con lágrimas en los ojos, los temas de su primer disco que sé en bateria al milímetro. Su novia pasaba por ahí. Y escucho que la música que venía de ese sótano era de Pappo. También tocó el timbre y su perro, el perrito de Pappo, la había llevado hasta el lugar siguiendo el llamado o lo que mierda fuera.
Esto fue Pappo para todos. Porque decir que los Zeppelín tenían un cantante al frente era una cosa, pero tener uno de estos tipos en tu propio barrio o en un escenario en Flores, era algo muy distinto. ¿Nadie se acuerda en ese disco que la tapa se abre y es una foto a todo trapo del Carpo con camisa floreada atada a la panza? Bestial. No hay otra palabra para un rock que venía de la mano de Spinetta de tantos angelitos y vibraciones y buenas chicas que podían enamorarse de inmediato de vos porque eras un enviado del este fabuloso hijastro de Castaneda.
Genial. Pero no. Con Pappo esto no iba a suceder.
Pappo te iba a conectar con el troglodita que uno lleva adentro, ese troglo con el que todavía muchos periodistas no pueden lidiar a la hora de tener que criticar un disco de Divididos. ¿Por qué? Porque en realidad no les gusta, pero no saben cómo decirlo. Es como si dijéramos algo en contra de Los Redondos o del Indio Solari, ¡que se supone puede ser la gran nueva bola de billar de la inteligencia nacional! En cambio a Pappo no le importaba nada. A Pappo le chupaba un huevo si vos le decías que su inteligencia le daba para abrir la boca justo para comer pero no para mucho más. No le impOrtaba. Y por eso era tan parecido y lo recuerdo así a Luca Prodan. Porque se hacían los brutos, los negros de la carne, y no eran así. Cuando Luca decía al publico: "Che boludos... boludos, ¿acá en este país son todo boludos?" era porque no sólo le llamaba la atención la potencia de esa palabra así como sus múltiples usos... sino que lograba que te averguences de ser así. Y Pappo, mi querido guitarrista que tanto extraño y que viviré llorando, se fue... y volvió a la tierra... ¿pero saben qué? ¡Volvió a la tierra como el perro guardián de un burdel! Y no nos va a dejar entrar a ninguno de nosotros... y mucho menos a los que desde su cajita de vidrio de gaseosas berretas miran a los demás intentando averiguar qué es lo que le gusta a un millón de personas cuando ni siquiera pueden ya con la paciencia de escuchar un disco entero. Oh, periodistas de rock, qué suerte que no ganamos esta batalla del saber y el conocimiento. Qué deprimente hubiese sido, ¿no lo creen?
PD: Disculpen. Pero no soy de los tipos que tienen úlceras. Sólo de los que las provocan. Un beso a todos... y cuidado... tu padre y tu madre nena dicen... que un vago soy. FIN.
Revista La Mano. Nº de agosto." Todo Carpo".

1 comentario:

  1. "Che boludos... boludos, ¿acá en este país son todo boludos?"...tipica frase de Luca...pero me quedo con otra que mi amigo Larroca recordara:

    "Boludo sera el boludo que nunca fue tan boludo para no garparse un forro para no cogerse a la mina que se cogio el dia que nunca estuvo ahi" - Luca Prodan

    Leyendas, bajo tierra ambos, pero que viven y viven por los siglos de los siglos en nuestros corazones, amen!

    Abrazo ruso,

    mester

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